martes, 2 de diciembre de 2008

Televidentes que deciden


Los adolescentes que miran Casi Ángeles no distan demasiado de aquellos que veían Chiquititas hace más de diez años atrás. Pero las nuevas tecnologías, combinadas con la euforia de mostrarse y comunicarse, hacen de los televidentes un factor más activo. Básicamente, esa es la mayor diferencia existente entre los jovencitos que miraban las viejas producciones de Cris Morena y de los que miran la más reciente.
Existe actualmente un feedback que, bien utilizado, permite ir modificando el producto según las respuestas del público y adaptarlo a los gustos, para no perder espectadores y que estos estén cada vez más satisfechos. Antes, esa velocidad que existe ahora, no era ni imaginada. Saber escasos minutos luego de terminado el programa (o en algunos casos a medida que se va desarrollando el capítulo) qué opinan sus seguidores, permite saber si el producto fue aceptado o no.


A través de múltiples blogs, fotologs, foros y medios similares, los adolescentes fanáticos de Casi Ángeles hacen una especie de tribu, cuyos integrantes deben compartir apenas un gusto: el programa de la tarde. Así, un joven crea la web, tratando de ser original, luego la publicita por las páginas similares y en foros, y así comienza el camino del éxito, o del fracaso. Esto se mide a través de los comentarios que dejan los visitantes, sin importar el contenido de los mismos, si no la cantidad total. Si el autor tiene constancia y actualiza el sitio, las visitas pueden ascender a más de mil por día.
En estos espacios de autoconvocados se anticipa qué pasará en el próximo capítulo, se recuerda y analiza qué pasó en el anterior y se opina sobre qué gustaría o debería pasar. También, se publican los chimentos relacionados a los actores de la tira, ya sean romances, peleas, amistades, salidas. Además, desde allí se pueden descargar las canciones y sus letras y los episodios.
Teniendo en cuenta que estás páginas son construidas y mantenidas por jóvenes que no reciben nada a cambio, que lo hacen solamente por el fanatismo que tienen hacia la tira, es interesante analizar el por qué de este fenómeno. Quizás esté vinculado a la masividad de la que puede jactarse la internet en todos los ámbitos y en todos los estratos sociales. Una reciente encuesta, mostró que una práctica tan común en el norte del país como lo es la siesta, está siendo suplantada por los adolescentes por pasar un rato en la computadora. También puede vincularse con la necesidad de diferenciarse del resto y con la de pertenecer, en épocas en que por diferentes motivos las relaciones intrapersonales, como por ejemplo concurrir a un club o reunirse con amigos en el barrio, se ven más dificultadas, ya sea por razones económicas o por la inseguridad, que atemoriza a los padres, quienes prefieren que sus hijos estén en su casa y no en la calle.
Se acabó la pasividad de los televidentes. Ahora, no son ellos quienes deben adaptarse a lo que la televisión emite, si no los programas los que tienen la obligación de satisfacer a quienes los consumen. Con estas herramientas de gran utilidad para los productores, que un programa sea un éxito, es más fácil. Quizás sea la productora de Cris Morena la que mejor sabe manejar la información que dan los espectadores, porque Casi Ángeles, terminó su segunda temporada, pero los fans “siguen con todo”

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